28 marzo 2024
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PhraseExpress, herramienta de autotexto

PhraseExpress nos permite asignar atajos de teclado a cadenas de texto, las cuales podrán variar entre un solo carácter y uno o varios párrafos. Al escribir, se pueden teclear dichos atajos y el programa los sustituirá por la expresión asociada, bien de inmediato, bien al pulsar un delimitador predeterminado, según lo hayamos configurado. El ahorro de tiempo, considerable si se aplican la imaginación y la dedicación debidas, es apenas la ventaja más evidente. PE actúa como herramienta básica de control de calidad y gestor terminológico, a la vez que nos evita las combinaciones de teclas más engorrosas. En resumen, mejora la calidad de vida.

Introducción

Parece una causa perdida defender las poco conocidas herramientas de autotexto habida cuenta del gran predicamento del que gozan los programas de reconocimiento de voz. Es más, al elogiar un programa que incrementa las pulsaciones por minuto, me expongo a pasar por desnortado. Asumo el riesgo: tengo que decir que estas herramientas tienen sus ventajas, por ejemplo, a) que no generan tantos errores como los que según la opinión generalizada ocasionan los programas de dictado, por lo que serán más apropiadas para quienes no confíen plenamente en su capacidad de detectar despistes en la fase en la que más despiertos deben estar, la de revisión; b) que se integran al nivel del sistema operativo, por lo que no dependen exclusivamente de programas como los procesadores de texto y se pueden usar sin problemas con cualquier programa, y c) que, por circunstancias personales, habrá quienes deban cuidar la garganta y tengan que optar por imponer la carga del trabajo a las muñecas. La desventaja es que, según considero, la productividad alcanzada con PE no es comparable con la de los programas de reconocimiento de voz.

Primeros pasos

Manos a la obra, iniciarse cuesta muy poco; no es necesario memorizar comandos, pegar una chuleta a la pared ni contar con meses de práctica para empezar a sacarle partido, sino que se empiezan a cosechar los réditos con solo crear un puñadito de atajos, por ejemplo, para terminaciones que tengan cierta extensión y que sean muy recurrentes en el idioma en que se escribe. En el caso del español, propongo crear combinaciones de dos teclas para ‑mente, ‑mento, ‑mental, ‑miento, ‑ción, ‑ciones, ‑cionar, ‑dades, ‑tudes, ‑lógico y ‑logía. Una buena idea es utilizar números para las que se parezcan mucho entre sí (l1= lógica; l2 = logía; l0 = lógico).1 Está en la mano de cualquiera realizar un cálculo aproximado de las pulsaciones que se ahorran al escribir un texto típico si se hace uso de los atajos anteriores. Bastan la función de buscar y reemplazar de Word y unas operaciones sencillas de suma y multiplicación. El resultado serán unos segunditos que, adunados a lo largo del día, supondrán un tajo de tiempo nada desdeñable, y, lo mejor de todo, con el minimum minimorum de esfuerzo.

Avanzando un poco más, podemos asignar una frase a cada letra del abecedario de forma que al insertarla entre dos espacios genere una palabra (la q es la excepción; tengo al programa amaestrado para que escupa la u seguidamente en cualquier contexto). El siguiente es mi alfabeto fulmíneo personal, que he confeccionado estableciendo correspondencias obvias en algunos casos, y en ocasiones creándolas de forma totalmente arbitraria:

jejemplordurante
bbuenkcadasse
cconllattodo
ddemmás
nenvvez
fformañentrewcomo
ggraciasxpor
hhastappara
qquzestá

A partir de esto me han ido surgiendo ideas para crear atajos de dos letras, por ejemplo, si z es «está», zn es «están» y zr es «estar»; y si w es «como», ´w es «cómo». Ya vamos viendo cómo con el tiempo la mecanografía se eleva al nivel de arte. La cuestión es ir incorporando el uso del programa al flujo de trabajo poco a poco.

Y ahora que estás convencido, afloja el bolsillo; es un precio módico. Después de todo, según declara la empresa, la versión gratuita está disponible únicamente para hacer de ella un uso no comercial, de modo que si estás leyendo este artículo, con toda probabilidad debas comprarte la de pago. La empresa no dejará salirse con la suya a quien esté pensando descargarse la versión gratuita y lucrarse con ella, al menos no durante mucho tiempo, pues el programa contiene una serie de frases (secretas) que al ser almacenadas por el usuario alertan de que se está haciendo un uso profesional. Si se da ese caso, se insertarán unos textos publicitarios a intervalos regulares que te harán la vida imposible.

Aplicaciones prácticas

  • PE sirve, entre otras cosas, para poder escribir de corrido, soslayando las «anfractuosidades» del texto. Quienes teclean con diez dedos saben que hay palabras especialmente fastidiosas: desarrollo, para mi gusto, es una de ellas, y en mi teclado me basta introducir dvp para escribirla. Hay toda una suerte de fenómenos que dificultan la tarea: siglas u otras mayúsculas intempestivas (va por ti, pH), comillas latinas, guiones largos, superíndices, fórmulas engalanadas con primorosas letras griegas, y nombres de productos enfangados por combinaciones de letras y números o por ringorrangos de lo más variado. Todas estas dificultades se sortean con atajos sencillos.
  • PE hace las veces de corrector a prueba de errores tipográficos viciados: Creo que todos tenemos tendencia a cometer uno u otro fallo de forma sistemática. En mi caso, suelo escribir «–aicón» en vez de «–ación», o «cotnrario» en vez de «contrario». Son gazapos que tienen fácil arreglo con PE.
  • También se puede utilizar como gestor terminológico: Algunas de las herramientas de TAO más conocidas ofrecen una gestión terminológica que resulta insuficiente, mientras que otras exigen un complicadísimo manejo. PE permite crear una pequeña base de datos que incluya las palabras y frases más frecuentes de cada proyecto, no necesariamente unidades de significación especializada.
  • Sirve asimismo para crear textos que actúen como sustitutos de los borradores del correo electrónico. PE garantiza una flexibilidad que me parece difícil de conseguir con los gestores de correo convencionales. Basta con guardar varias frases de las que se utilizan habitualmente para poder combinarlas luego a nuestro antojo sobre la marcha, entre sí y con las nuevas cadenas de texto que exijan las circunstancias. De este modo es posible improvisar un número de mensajes que sería oneroso tener precocinados. Por ejemplo, puedes enlatar una frase de agradecimiento para responder a mensajes en los que se te haga un encargo, que incluirás o no según lo empalagoso que quieras proyectarte, y otras dos para aceptar o rechazar la oferta a continuación, y otras tantas para desear «buen finde» o extender «un cordial saludo» según la confianza que tengas con tu interlocutor. Son ocho posibilidades que no tienes por qué guardar en ocho borradores distintos.

Trucos avanzados

  • Para guardar frases que contengan superíndices y subíndices, es preciso copiar y pegar la cadena de texto que los incluya desde el procesador de textos a PE.
  • Al crear una nueva frase, se nos ofrece la opción del texto enriquecido, imprescindible, entre otras cosas, para introducir frases en cursiva o que combinen la cursiva y la redonda (un saludo al terc-butilo).
  • Como regla general, recomiendo aplicar a todas las frases el ajuste «Execute immediately» y prescindir del que viene de fábrica, «Execute after default delimiter» (a saber, la tecla ENTER). Esto obedece a un doble motivo: por un lado nos ahorramos una pulsación; y, por otro, ENTER puede interferir con ciertas herramientas de TAO y causar problemas si hay un segmento abierto.
  • En ciertas ocasiones, sí nos será de utilidad el ajuste «Execute after default delimiter», por ejemplo, para silenciar frases que no queramos que se inserten en ciertas situaciones, salvo si pulsamos la tecla asignada. El ajuste se puede aplicar no solo a las frases por separado, sino a todo un conjunto. Para ello aprovecharemos la función de organizar por carpetas, y asignaremos una carpeta a cada tema, cliente o proyecto, de modo que cuando trabajemos en algo distinto podamos desactivarlas para disminuir el riesgo de falsos positivos.
  • La barra espaciadora nos da algo de juego. En ciertos casos nos convendrá incluir un espacio en el atajo, antes y después de las letras, aprovechando que lo utilizaremos de todos modos al escribir. Por el contrario, tendremos cuidado de no incluirlo cuando la frase sea un sufijo, interfijo u otro fragmento susceptible de ir seguido de otro en el mismo vocablo. La palabra «lógica», pongamos por caso, irá o no seguido de la ‑s del plural, por lo que la inserción de un espacio al final del atajo que le corresponda será una traba.
  • A medida que se vaya cebando el repertorio de atajos, aumentarán las posibilidades de que una secuencia de caracteres que sea preciso teclear en un momento dado coincida con uno de los atajos que tengamos adjudicados. Por ejemplo, para mí aspa corresponde a Asia-Pacífico, pero puede darse el caso de que deba usar esta palabra como sustantivo común. Para prevenirme contra incidencias de este tipo, me suelo servir para la mayoría de los atajos de un carácter especial que los singularice, normalmente, el signo < al principio. Así, dado que la probabilidad de que se me presente la necesidad de escribir «<aspa» en un caso real es de dimensiones nanométricas, puedo servirme de esta cadena como atajo con total confianza. De todas maneras, para casos extremos, por ejemplo, si vamos a escribir en un lenguaje de programación y a hacer, por lo tanto, un uso muy frecuente de la tecla «<», PE se puede pausar cual si de un programa de audio se tratara.

Nota para versos sueltos y mavericks: Doy fe de que AutoKey, aplicación de Linux, ofrece en líneas generales las mismas prestaciones que PE. ¿Eres más de Mac? Me consta que TextExpander también lo hace.

Nota 2: Posteriormente a la redacción del artículo, el autor desea manifestar su profundo descontento con el programa por problemas que han surgido al intentar instalarlo en un ordenador nuevo. La versión 8, la que se compró en su día, ahora es incompatible con las frases almacenadas con la versión 10 (que se actualizó sin coste alguno). La versión 10, por otra parte, no admite la licencia por corresponder esta a una versión anterior. Ante esta situación la única solución posible es usar la versión de evaluación a pesar de haber pagado.


1 En lo sucesivo, irán en verde todas las «frases», es decir, los fragmentos de texto que insertará el programa tras aplicar la conversión, y en rojo los «atajos», o las cadenas que tecleará el usuario para que PE las convierta.

Javier Herrera
Javier Herrera
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Se licenció en Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada en 2001 y empezó a ejercer la profesión poco después. Traduce textos científico-técnicos y tiene un interés particular por la tecnología aplicada a la traducción. Se ocupa de la SEO (Search Engine Optimization) de La Linterna, una disciplina encaminada a dar la máxima visibilidad posible a los sitios web y, desde el número 17, es también ayudante de dirección.

Javier Herrera
Javier Herrera
Se licenció en Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada en 2001 y empezó a ejercer la profesión poco después. Traduce textos científico-técnicos y tiene un interés particular por la tecnología aplicada a la traducción. Se ocupa de la SEO (Search Engine Optimization) de La Linterna, una disciplina encaminada a dar la máxima visibilidad posible a los sitios web y, desde el número 17, es también ayudante de dirección.

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