10 diciembre 2024
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¿De qué hablamos cuando hablamos de traducir arquitectura?

La arquitectura es un campo complejo poblado de saberes muy dispares. Desde la ordenación territorial y las políticas urbanas hasta los procesos físico-químicos de la hidratación del cemento, pasando por la teoría arquitectónica, la descripción de patrimonio histórico construido o el anexo de cálculo de los proyectos edificatorios, todo es, de un modo u otro, arquitectura. Esta multiplicidad de enfoques se vierte en textos con una gran diversidad de tipos y funciones, cuya traducción requiere profesionales de muy variadas competencias y bagajes culturales. En este artículo se exponen algunos de estos tipos textuales junto a unas breves indicaciones con la esperanza de que sean útiles a quienes deseen adentrarse en este ámbito de la traducción técnica (y no tan técnica).

Allá por 1923, Le Corbusier describía la arquitectura como «el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz».

Allá por 1923, Le Corbusier describía la arquitectura como «el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz». Aunque en una primera lectura puede parecer que esta visión de la disciplina arquitectónica la limita a sus aspectos formales y compositivos, el propio maestro franco-suizo era muy consciente del verdadero alcance de sus palabras. Por supuesto, la arquitectura es construcción; es la materialización de una idea y unas funciones en unos volúmenes y todo lo que esto conlleva: tecnología de materiales, sistemas constructivos, condiciones higrotérmicas, cálculo, geometría… Por otro lado, una construcción es una herramienta, un refugio, es disfrute, es artesanía e innovación.

No solo eso. Quizá el bueno de Le Corbusier no estuviera tan acertado en sus propuestas urbanísticas como en sus proyectos edificatorios, pero tenía muy claro que era el urbanismo el que permitía a esos volúmenes alzarse en ese lugar concreto con esas dimensiones, esa materialidad y ―muy especialmente― esa relación con los otros bajo la luz. La arquitectura también es ordenación territorial, planeamiento y políticas urbanas.

Para traducir un texto sobre urbanismo u ordenación territorial se necesitará recurrir a la geografía, la política social, el derecho, la economía, la ética, el transporte, la cartografía, los recursos naturales, la biología, la sociología o la antropología.

Y si en algo aventajó «Corbu» a sus coetáneos fue en lucidez para publicitar su obra en revistas, libros y conferencias. La propia transmisión del saber arquitectónico, la teoría arquitectónica, la historia crítica de la arquitectura, la divulgación tanto del patrimonio arquitectónico como de las últimas novedades, la descripción e incluso la percepción de esos volúmenes reunidos bajo la luz también es arquitectura.

Cuando hablamos de traducir arquitectura, quizá esta diversidad de enfoques sea, paradójicamente, el rasgo más representativo del discurso disciplinario. Así, para traducir un texto sobre urbanismo u ordenación territorial se necesitará recurrir a la geografía, la política social, el derecho, la economía, la ética, el transporte, la cartografía, los recursos naturales, la biología, la sociología o la antropología. Si el texto discute temas proyectuales y constructivos, hablará de tecnología, geometría, herramientas digitales, cálculo, matemáticas, física, química, geología, estudios de viabilidad, presupuestos, marketing, técnicas constructivas u organización empresarial. Por último, será preciso echar mano de la historia, la historia del arte, la filosofía, la semiología, la estética o la psicología para lidiar con textos sobre patrimonio, teoría o crítica arquitectónica.

No es nada extraño que un libro sobre hormigones hable en un capítulo de su puesta en obra, en otro cuantifique los armados y en otro profundice en los mecanismos de hidratación del cemento.

Lógicamente, los escritos pueden estar dirigidos a legos o a expertos en un tema concreto. Este cúmulo de variables abre un amplio abanico de posibilidades para que traductores de muy diversos puntos de partida encuentren bajo el paraguas de la arquitectura campos de trabajo accesibles según sus conocimientos e intereses personales. Por otra parte, parece poco probable que exista sobre la faz de la Tierra un profesional de la traducción que reúna en un solo cerebro todo el conocimiento necesario para acometer individualmente traducciones muy especializadas de tan variadas disciplinas, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas veces coexisten en el mismo documento. No es nada extraño que un libro sobre hormigones hable en un capítulo de su puesta en obra, en otro cuantifique los armados y en otro profundice en los mecanismos de hidratación del cemento. En otro ámbito, cualquier contrato de obra incluye tanto aspectos legales como técnicos cuya traducción requiere el máximo rigor. En todas estas ocasiones parece muy conveniente compartir el encargo o procurar que revise la traducción un profesional de perfil complementario al traductor principal. Una vez más, la colaboración entre colegas es fundamental.

A continuación, se exponen los tipos textuales más comunes en el campo de la arquitectura junto a unas breves indicaciones. De su lectura podrá comprobarse que no todos los textos sobre arquitectura son, ni muchísimo menos, tan especializados que resulten impracticables a cualquier traductor o traductora con ganas de explorar nuevos mundos. Por otra parte, quizá sirvan de ayuda para «ubicar» un texto fuente, conocer su función e intuir qué se espera de la traducción.

Niños jugando en una calle
Calle cubierta de césped por un día, Leeds

Desde hace unos años las políticas urbanas despiertan un creciente interés en la sociedad. Temas como la peatonalización y «amabilización» de centros urbanos, la accesibilidad, el urbanismo táctico, el paisajismo, el urbanismo feminista, el ecourbanismo, la caminabilidad, la movilidad sostenible, la reasignación del espacio público, las nuevas fórmulas habitacionales o la gentrificación han salido sin complejos a la calle y son objeto de discusión en todo el mundo. Las experiencias y planteamientos son transferibles entre países y culturas, algo que han advertido tanto las editoriales vinculadas tradicionalmente a este campo como las dedicadas a la cultura crítica general.

Las experiencias y planteamientos son transferibles entre países y culturas, algo que han advertido tanto las editoriales vinculadas tradicionalmente a este campo como las dedicadas a la cultura crítica general.

A pesar de coincidir en escala espacial con las políticas urbanas, las características del planeamiento urbanístico o planificación urbana son muy diferentes desde el punto de vista de la traducción. Las figuras de planeamiento son un conjunto de documentos técnicos y normativos que regulan el uso del suelo y controlan su transformación o preservación. En España están encuadrados en la Ley del Suelo de 2007, aunque esta es una ley muy escueta que se complementa y desarrolla en cada comunidad autónoma, por lo que la terminología y las disposiciones legales y técnicas varían con cada ley del suelo autonómica. En cualquier caso, las figuras de planeamiento están categorizadas en orden decreciente de ámbito de aplicación: estrategia y planes de ordenación territorial (para toda la comunidad autónoma), planes y proyectos sectoriales de incidencia supramunicipal (varios municipios), planes municipales (un municipio completo), planes parciales (una zona del municipio, generalmente urbanizable), planes especiales (de protección de cascos históricos, de regeneración urbana, de actuación urbana…), estudios de detalle (volumetrías, rasantes y, en algunas comunidades, accesibilidad), catálogos histórico-artísticos y ordenanzas municipales de edificación y urbanización.

Diagrama de transportes de una ciudad china
Diagrama de transportes y espacios públicos de Lu Zia Sui, en Shanghái

Además de aspectos técnicos y jurídicos, estos documentos pueden incluir un análisis histórico, artístico, de impacto ambiental, geológico, de tráfico y comunicaciones, antropológico, geográfico y social. Este campo de traducción puede resultar interesante para quienes trabajan con distintas lenguas cooficiales, ya que las comunidades autónomas bilingües suelen exigir que ciertas figuras de planeamiento, o al menos un extracto de ellas, estén disponibles en ambos idiomas. Además, a lo largo del procedimiento de redacción y aprobación de estas normas se prevén fases de presentación a los ciudadanos, ya sea mediante los tradicionales períodos de exposición pública o los más modernos planes de participación ciudadana, que lógicamente deben ser bilingües.

Las comunidades autónomas bilingües suelen exigir que ciertas figuras de planeamiento, o al menos un extracto de ellas, estén disponibles en ambos idiomas.

Relacionadas con la ordenación urbana están las due diligences o ‘comprobaciones debidas’, según la Fundéu. En el sector inmobiliario, una due diligence es una auditoría externa encargada por una empresa (quizá internacional) que desea adquirir un suelo. Suelen redactarlas equipos técnico-jurídicos y detallan no solo la situación urbanística del suelo, sino también su titularidad, plazos previsibles de desarrollo, cargas y cualquier tipo de incidencia técnica, jurídica o administrativa que pueda afectar a la inversión.

Cuando un estudio redacta un proyecto para otro país suele colaborar con equipos locales de arquitectura e ingeniería que preparan toda esta documentación en la lengua en que va a tramitarse.

En el campo de la construcción, el documento arquitectónico más representativo es el proyecto. Hay proyectos de distintos tipos: de edificación, de urbanización, de rehabilitación, de reforma, de demolición… Como casi todo lo relativo a la construcción edificatoria, el contenido de los proyectos viene minuciosamente definido por el Código Técnico de la Edificación (CTE): memoria (descriptiva, constructiva, justificativa y anexos), planos, pliego de condiciones, mediciones y presupuesto con descripción detallada de cada partida. No es frecuente traducir proyectos completos; cuando un estudio redacta un proyecto para otro país suele colaborar con equipos locales de arquitectura e ingeniería que preparan toda esta documentación en la lengua en que va a tramitarse. Sin embargo, sí puede ser necesario traducir la memoria (descripción del proyecto, objetivos funcionales o poéticos de la propuesta) o algunos de sus anexos redactados por terceros (justificación del cálculo estructural, de iluminación…).

Edificio en construcción
Construcción del centro psiquiátrico S. Francisco Javier, Pamplona

El CTE recoge buena parte de la normativa técnica aplicable a los proyectos de construcción en España. Puede consultarse en www.codigotecnico.org, donde además se enlazan algunas normas no estrictamente incluidas en el CTE (hormigón estructural EHE-08, acero estructural EAE y sismorresistente NCSE-02). El CTE está organizado en documentos básicos (DB), cada uno de ellos con su propio anexo terminológico. Conviene destacar que estos anexos son quizá la única fuente normalizadora de terminología en el sector de la construcción en España y su uso exige sumo cuidado: la expresión espacio exterior seguro, por ejemplo, solo debería emplearse literalmente en una memoria cuando el espacio cumple con las condiciones detalladas en el anexo terminológico del DB de Seguridad en Caso de Incendio. Este aspecto será también muy importante al hablar de las fichas técnicas.

El CTE recoge buena parte de la normativa técnica aplicable a los proyectos de construcción en España.

En los concursos de arquitectura para construir o rehabilitar edificios públicos suelen exigir una versión embrionaria del proyecto: planos generales (plantas, alzados, secciones), imágenes digitales, memoria descriptiva (quizá también constructiva) y un resumen aproximado del presupuesto por capítulos. Pueden contener aclaraciones técnicas puntuales cuya traducción no reviste excesiva complejidad. En estos concursos, la memoria cumple una función adicional a la de un proyecto completo. Puede exponer las intenciones del proyecto, el análisis previo del lugar, las motivaciones, los efectos de aproximarse al edificio y recorrerlo o las percepciones no visuales ofrecidas al usuario: tactos, pesos, ligereza, compresiones, reverberaciones emocionales… Suelen ser textos bastante particulares, con una pretensión lírica dirigida a evocar en el jurado una serie de sensaciones que escapan a la representación gráfica de la propuesta y que se materializarán, en su caso, en el futuro edificio.

Un detalle constructivo es la representación en planta, sección o perspectiva de un punto concreto del edificio en el que confluyen diversos materiales y sistemas.

La documentación de la obra construida de las páginas web de los estudios de arquitectura o de las numerosas revistas de proyectos recopila, a grandes rasgos, estas memorias «de concurso», unos planos generales y fotografías del edificio terminado. En ocasiones se añaden detalles constructivos de particular interés. Un detalle constructivo es la representación en planta, sección o perspectiva de un punto concreto del edificio en el que confluyen diversos materiales y sistemas (estructura principal, subestructuras, carpintería, aislamiento, impermeabilización…). Son imprescindibles para su correcta ejecución en obra. Cada material o sistema tiene una anotación identificativa. Al traducirlas, hay que tener en cuenta que no son denominaciones aisladas: su contexto es el propio detalle y la relación con los otros componentes, de modo que es importante comprender cómo funciona el conjunto antes de acometer el trabajo.

Detalle constructivo
Detalle constructivo

Al margen de su función en un edificio completo, los materiales y sistemas generan otros tipos de documentos traducibles.

Al margen de su función en un edificio completo, los materiales y sistemas generan otros tipos de documentos traducibles. Por una parte, se encuentran los textos académicos o de investigación sobre tecnología de materiales, como este de G. Gelardi y otros en «La química de los aditivos químicos».

Existe un nuevo tipo de superplastificantes tipo peine basado en ácidos polifosfónicos. Su estructura es similar a la de los éteres policarboxilatos, pero la cadena principal está compuesta por grupos fosfónicos (Bellotto y Zevnik, 2013). Se ha descubierto que estos superplastificantes son eficaces en hormigones autocompactantes (HAC) y más estables frente a ligeras variaciones en la composición del hormigón. No obstante, también se les atribuye un retardo considerable.

Los fabricantes generan periódicamente documentación de sus productos (…). Aunque se trate de textos comerciales, deben ser muy precisos para que la información técnica expuesta se ajuste a la realidad.

Recogen los últimos avances desde el punto de vista físico, químico o tecnológico. Pueden llegar a ser textos muy complejos cuya traducción se beneficia mucho de la colaboración entre diferentes profesionales. Por otra parte, los fabricantes generan periódicamente documentación de sus productos, ya sea mediante catálogos en papel o en sus páginas web. Aunque se trate de textos comerciales, deben ser muy precisos para que la información técnica expuesta se ajuste a la realidad. Este aspecto es importantísimo en las fichas técnicas de productos, que recogen un compendio de características constructivas del material, los resultados de los diferentes ensayos y su categorización según la terminología empleada en los DB del CTE. Por ejemplo, que un pavimento tenga una clase de resbaladicidad 2 permite que pueda ser colocado en los peldaños de una escalera. La clase de resbaladicidad se define según el valor de la resistencia al deslizamiento obtenido en el ensayo descrito en la norma UNE 41901:2017 EX. Toda esta información es fácil de encontrar en el Código Técnico, pero un error de traducción puede tener consecuencias graves si el material se utiliza para una función inadecuada.

Los textos se apoyan en unas ilustraciones que pueden contener información esencial para comprender el mensaje. No se deben traducir sin las imágenes que los acompañan.

Cambiando de tercio, nos adentramos en la producción escrita de arquitectura. Quizá los textos más conocidos en este ámbito sean los descriptivos de patrimonio arquitectónico, ya sea con fines turísticos, de protección o registro. Su contenido es histórico-artístico y presentan algunas características relevantes. Suelen desplegar un vocabulario muy extenso y en ocasiones específico de un movimiento artístico concreto, aunque para hacerle frente existen infinidad de recursos en línea y en papel. Algunos diccionarios visuales de arquitectura y construcción tradicional son verdaderas maravillas1. Por otra parte, y como ocurre en los concursos o en las publicaciones de proyectos, la información es multicanal. Los textos se apoyan en unas ilustraciones que pueden contener información esencial para comprender el mensaje. No se deben traducir sin las imágenes que los acompañan.

El segundo campo de producción escrita de arquitectura es la teoría y crítica arquitectónica. Está vinculada al sector académico y editorial y analiza aspectos teóricos sobre la esencia de la arquitectura, los movimientos, la percepción, la estética, la evolución estilística, los tipos edificatorios… Un buen ejemplo podría ser este párrafo de Juhani Pallasmaa:

Un factor destacable en la experiencia de envolver la espacialidad, la interioridad y la hapticidad es la supresión deliberada de la visión nítida y enfocada. Este tema apenas ha entrado en el discurso teórico arquitectónico, puesto que la teoría arquitectónica continúa interesándose por la visión enfocada, la intencionalidad consciente y la representación en perspectiva.

No solamente se traducen las aplicaciones, también los textos que las publicitan y anuncian sus nuevas características, sus páginas web, campañas comerciales, boletines de noticias, artículos para redes sociales…

Cuando se escribe directamente para el sector editorial cobra forma de ensayo, con todas sus características. En el ámbito universitario podría hablarse de artículo científico de humanidades, que coincide en líneas generales con un ensayo al que se añaden las preceptivas notas bibliográficas. Ya se han tratado estas notas en otros círculos, pero conviene recordar que adaptarlas a la lengua meta puede suponer un trabajo muy laborioso que precise tener a mano una excelente biblioteca.

Por último, es preciso comentar las aplicaciones informáticas empleadas en el sector para plasmar la información gráfica, crear modelados 3D, calcular estructuras e instalaciones, redactar mediciones y presupuestos, llevar el control de obra… Por su propia naturaleza, son herramientas en constante evolución, con mucha competencia y fuerte presión comercial. No solamente se traducen las aplicaciones, también los textos que las publicitan y anuncian sus nuevas características, sus páginas web, campañas comerciales, boletines de noticias, artículos para redes sociales…

La especialización, cuando es necesaria, puede provenir de dominios muy distintos de la propia arquitectura.

Se quedan fuera de esta descripción muchos otros tipos textuales por considerarlos menos singulares o no tan interesantes desde el punto de vista traductológico: toda la documentación generada en los procesos de gestión urbanística (el proyecto de compensación, de reparcelación, alegaciones…) y en las obras en construcción (actas, el libro de órdenes, la documentación final de obra, el libro del edificio, la certificación energética, la inspección técnica del edificio…), así como editoriales de revistas de arquitectura, breves, crítica editorial… Aun con todo, ojalá esta relación de tipos sirva para ilustrar que no todos los textos de un campo considerado «técnico» son especializados y que la especialización, cuando es necesaria, puede provenir de dominios muy distintos de la propia arquitectura.

Bibliografía

Antuña, J. Léxico de la construcción. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2010 (español).

Evert, K. J. Encyclopedic Dictionary of Landscape and Urban Planning. Berlín: Springer, 2010 (inglés-español-francés-alemán).

Gelardi, G. y otros. «Chemistry of chemical admixtures». En: Aïtcin, P.-C. y Flatt, R. J. Science and Technology of Concrete Admixtures. Sawston: Woodhead, 2006. Traducido por Diego Galar como «La química de los aditivos químicos». En: Ciencia y tecnología de los aditivos para el hormigón. En prensa.

Harris, C. M. Dictionary of Architecture & Construction. Nueva York: McGraw-Hill, 1993 También disponible en línea (inglés) [consultado el 24 de agosto de 2020].

Le Corbusier, Vers une architecture. París: Saugnier, 1923. Traducido al español por Josefina Martínez Alinari como Hacia una arquitectura, 2.ª edición. Barcelona: Apóstrofe, 1998, p. 16.

Pallasmaa, J. The Eyes of the Skin. Architecture and the Senses. Chichester: Wiley-Academy, 2012. Traducido al español por Moisés Puente como Los ojos de la piel: la arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili, 2006 (2.ª ed., 2014).

Plaza, L. de la y otros. Diccionario visual de términos arquitectónicos. Madrid: Cátedra, 2008 (español).


1 Harris, C. M., 1993 (inglés); Plaza, L. de la y otros, 2008 (español); Evert, K. J., 2010 (inglés-español-francés-alemán); Antuña, J., 2010 (español).

Diego Galar Irurre
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Diego Galar Irurre es arquitecto desde 2001. Se dedicó a la redacción de proyectos hasta 2008, año en el que fundó junto a dos socios una consultoría sobre arquitectura, urbanismo y proyectos inmobiliarios. En 2011 entra en contacto con el mundo editorial y descubre su vocación de traductor, por lo que decide cursar un máster en Traducción de Textos Especializados en la Universidad de Zaragoza. A partir de entonces compagina su labor como arquitecto con la traducción profesional de inglés y francés de textos relacionados con la arquitectura.

Diego Galar Irurre
Diego Galar Irurre
Diego Galar Irurre es arquitecto desde 2001. Se dedicó a la redacción de proyectos hasta 2008, año en el que fundó junto a dos socios una consultoría sobre arquitectura, urbanismo y proyectos inmobiliarios. En 2011 entra en contacto con el mundo editorial y descubre su vocación de traductor, por lo que decide cursar un máster en Traducción de Textos Especializados en la Universidad de Zaragoza. A partir de entonces compagina su labor como arquitecto con la traducción profesional de inglés y francés de textos relacionados con la arquitectura.

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