20 abril 2024
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El arte de presupuestar o «Que levante esa manita sin uñas el que nunca se haya pillado los dedos»

Desde «Es un manualito un poco técnico» (eran las instrucciones de montaje de un puente) hasta «Hay unas tablas en algunas páginas» (no había otra cosa, eran los estadillos de los inventarios de los fondos de un museo), pasando por el consabido «Te va a llevar media hora a lo sumo», que luego fueron dos días sin dormir, todos nos hemos equivocado al evaluar la cantidad de tiempo y de trabajo que puede suponer sacar adelante un proyecto. Por eso, toda precaución es poca… También es cierto que a veces ocurre lo contrario. El cliente pregunta si te puedes hacer cargo de un texto «muy técnico», donde la palabra más compleja es euro… Y al menos puede que sea cierto que a alguien, en algún lugar del mundo, alguna vez le haya ocurrido que en un trabajo el 80 % de las palabras fueran la misma… Pero hasta en esos casos conviene tener cuidado, porque un precio estándar dado con prisas puede ser o parecer abusivo, aunque se dé con la mejor voluntad.

Antes de presupuestar

  • Un presupuesto, sin ser del todo vinculante, obliga, así que es conveniente que valores el trabajo personalmente, y nunca de oídas. Puede que el cliente no sea un profesional de la traducción, que no sea consciente de las dificultades de lo que pide o que pretenda adornar un panorama desolador.
  • Cuidado con los clientes que creen que saben de traducción. Algunos no tienen ni siquiera claro qué es traducir. También pueden haber oído que es posible hacer un texto en dos idiomas y no entender qué significa eso exactamente. Si el cliente se pone en plan técnico, averigua cuál es su conocimiento real del mundo de la traducción, no sea que tengas que acabar duplicando en un mismo documento el original y la traducción.
  • Evita sorpresas y malentendidos. Tómate el tiempo necesario y no te precipites. Hay gente que pide presupuestos por deporte y que no se da cuenta de la cantidad de tiempo que hace perder. Si un presupuesto te parece demasiado complicado como para ser realista, declina amablemente o no lo hagas gratis: informa previamente de su precio al cliente y comunícale que, si te da el trabajo, no se lo facturarás, pero en caso contrario, sí.
  • Si no tienes costumbre de hacer presupuestos, es seguro que se te olvidará algo. Puede que, si la tienes, también. Así que compruébalo todo dos o tres veces y no te obceques, sobre todo si hay mucho dinero de por medio. Si puedes, pide a una persona que sepa qué estás presupuestando que lo revise todo.

Elementos que se deben presupuestar

1. El texto

  • Asegúrate de contarlo todo: imágenes que no se puedan editar pero que contengan texto, comas que haya que cambiar por puntos en unas cuentas o en unas tarifas, textos ocultos en un color no automático, notas, comentarios, pies de páginas, cabeceras, etc. Intenta siempre que el cliente te facilite un original que se pueda valorar debidamente.
  • Vigila sobre todo que el pedido se corresponda con la realidad. Cuidado con las muestras aleatorias. Si te piden que presupuestes mil palabras de traducción, asegúrate de que no estén desperdigadas por el texto y que no se trata en realidad de una revisión de diez mil. Calcula en horas todo lo que no puedas valorar de otra manera.
  • Con la crisis, se están viendo todo tipo de cosas extrañas. Supervisa que las palabras estén correctamente segmentadas. Si el trabajo es muy largo, asegúrate de que no se da por sentado que vas a revisar las pruebas de imprenta por amor al arte. Si es una actualización y la traducción anterior no es tuya, averigua en qué condiciones está. Si no está bien, aclara que uniformizar el texto es un trabajo aparte.
  • Valora siempre la dificultad del texto que te hayan encargado y si te puedes hacer cargo de él. ¿Es un glosario? ¿Lo parece? ¿Está a media hora de serlo? Comprueba también cómo escribe la persona que lo ha escrito: si se trata de un texto en inglés de Murcia, por ejemplo, te va a llevar mucho más tiempo de lo normal. Es más, comprueba que el original no sea una traducción de máquina.
  • Si el recuento no lo has hecho tú, revisa lo que te manden. No cedas a la imposición de contestar de inmediato. Por lo general, las agencias no se equivocan presupuestando, pero, si lo hacen, el compromiso lo asumes tú. Mejor ver las equivocaciones antes de decir que sí.

2. Formatos

  • ¿El cliente impone Trados o un programa similar? ¿Un programa propio? ¿El texto es admisible para Trados o es un capricho absurdo que no va a dar más que problemas?
  • Si lo que te han mandado no es el consabido archivito de Word, comprueba en qué formato viene, o si se trata de una versión de Word que no tienes, por ejemplo. Mira si se trata de algún formato especial que tú no manejas, si necesitas Trados o TagEditor, si se trata de un pdf que se altera en exceso cuando lo abres, etc.
  • No dediques tiempo a cosas que el cliente puede hacer en dos minutos. Por ejemplo, si te ha mandado un pdf, intenta que te mande el Word con el que lo ha hecho. Es aconsejable que te des cuenta de que el trato inicial es un botón de muestra de lo que puedes esperar de una persona, si por casualidad te da un trabajo. A algunas es imposible satisfacerlas.
  • MUY IMPORTANTE: NO asumas NUNCA la maquetación de un documento sin cobrarla.

3. Gastos de transporte, desplazamiento o correo

  • Tenlos muy en cuenta, si procede, porque pueden llegar a ser muy elevados. Aunque cuando se te cae una hojita por la ventana flotando grácilmente no lo parezca, el papel pesa muchísimo.
  • En los desplazamientos, piensa no solo en los gastos que puede generar un medio de transporte, sino sobre todo en el tiempo que te puede hacer perder. ¿Cuándo te costaría que te lo hiciera un tercero?

4. Posible intervención de terceros

  • Si vas a necesitar ayuda, ponte de acuerdo previamente con tus colegas, revisores, asesores o maquetadores, si vas a ofrecer esos servicios o crees que los puedes necesitar. Pregunta antes y nunca decidas el precio de otro. Nunca pidas menos de lo que te pedirían, por si te ves en la necesidad de recurrir a ellos, aunque en principio no pensaras hacerlo.

CalPro

Aunque no es estrictamente una herramienta para presupuestar, algunos socios de Asetrad confeccionaron tiempo atrás un programa que puede interesarte, CalPro. Se trata de una hoja de cálculo de evaluación de costes que está disponible de forma gratuita en la web de Asetrad, y unas explicaciones adicionales de uno de los autores, Héctor Quiñones, en el número 2-3 de La Linterna del Traductor (págs. 151-154).

Fotografía de Rafael Carrasco
♪ ♫ My Insatiable One, de Suede

Modelo de presupuesto
(algunas ideas para la exposición de los contenidos)

Tu membrete Membrete del cliente
(a la atención de la persona de contacto)

Localidad y fecha

Saludo

Posibles fórmulas de entrada:
En relación con su amable oferta de trabajo, le confirmo que soy traductor de X (combinación) y que estoy versado en la materia de referencia, por lo que podría hacerme cargo de su pedido.
Según conversación telefónica mantenida en la mañana de hoy, le remito el presupuesto por usted solicitado.

Cuerpo del presupuesto:
Dado el volumen de palabras que me indica, mi presupuesto para X sería de Y euros por palabra (no olvides indicar si idioma fuente o idioma de destino).

Indicación del plazo:
Mi plazo de entrega sería de un mínimo de X días o meses desde la confirmación del pedido.
Realizaría entregas parciales en tal y cual fecha.

Especificaciones particulares que quieras hacer:
Mi recargo de urgencia es X.
En esta combinación de idiomas, cobro un recargo de X.
Mi mínimo facturable es de X.
Si desea usted hacerme llegar una prueba de traducción, puede hacerlo a esta misma dirección. Acepto pruebas gratuitas de hasta X cantidad de palabras. Si precisara usted una prueba más extensa, le facturaría Y euros.
Los precios no incluyen iva (si procede).

Opciones del presupuesto:
Si desea la revisión de un especialista, etc.
Si hubiera que maquetar la traducción, etc.

Condiciones:
Modo y fecha de cobro.
Dado que (aquí razón), pediría un adelanto de X euros y entregas parciales de dinero cada Y tiempo.
Dada la dificultad de la materia, precisaría el nombre de una persona de contacto en la empresa para consultas, asesoría y resolución de dudas.

Despedida

Firma y sello

Prever un hueco para la firma y sello del cliente, si procede

Beatriz Pérez Alonso
Beatriz Pérez Alonso 
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Beatriz Pérez Alonso es licenciada en Filología Clásica por la UCM y traductora de francés. Está especializada en comercio, turismo e industria, y ha traducido una gran cantidad de documentación relacionada con monumentos. Cursó estudios de doctorado en los programas de Lingüística Indoeuropea Antigua y Mitos y Religiones de Grecia y Asia Menor. Se ha dedicado en exclusiva a la traducción desde hace unos quince años, con un pequeño intervalo como docente en la Universidad Comillas-ICADE de Madrid.

Beatriz Pérez Alonso 
Beatriz Pérez Alonso 
Beatriz Pérez Alonso es licenciada en Filología Clásica por la UCM y traductora de francés. Está especializada en comercio, turismo e industria, y ha traducido una gran cantidad de documentación relacionada con monumentos. Cursó estudios de doctorado en los programas de Lingüística Indoeuropea Antigua y Mitos y Religiones de Grecia y Asia Menor. Se ha dedicado en exclusiva a la traducción desde hace unos quince años, con un pequeño intervalo como docente en la Universidad Comillas-ICADE de Madrid.

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