El director general de ApSIC S. L., Josep Condal, nos ha concedido esta interesante entrevista en la que nos habla del origen de ApSIC Xbench, su desarrollo, la popularidad que ha alcanzado a nivel mundial y el futuro que le augura a la aplicación. Además, nos adelanta incesantes datos de la que va a ser la esperada versión 3.0 del programa, cuyo lanzamiento tienen planeado para finales de este verano.
Origen y desarrollo
¿Cómo y dónde empezó la historia de ApSIC Xbench?
Fue un poco por casualidad. No se desarrolló por necesidades de control de calidad, que es su aplicación más popular hoy en día, sino por necesidades de referencia terminológica. Estábamos trabajando en un proyecto de localización en el que, debido a los procedimientos internos del cliente, la traducción del software estaba en tablas de documentos Word, donde cada documento tenía una prioridad diferente. La expectativa del cliente era que efectuáramos búsquedas constantes en el conjunto de documentos de referencia con Search & Replace fijándonos en el nombre del documento para saber su prioridad. Se nos ocurrió una ingeniosa manera de organizar toda la información en un único documento de Word que, junto con una sencilla macro de Word de apenas 100 líneas de código, permitía encontrar la opción de software buscada instantáneamente, indicando con un color su prioridad. Estuvimos bastantes meses trabajando felizmente con dicha macro, pero el cliente migró el proyecto a SDLX, lo cual hizo que la macro quedara obsoleta. En cierto modo, nos habíamos creado esa necesidad de inmediatez de acceso a la terminología y, un par de semanas más tarde, de la mano de Joan Ramon Sanfeliu, también socio fundador de ApSIC, nacía la primera versión de Xbench. Dicha versión nos permitía realizar las mismas funciones que la macro pero desde cualquier aplicación de Windows, no solo en Word, e incluía algunas mejoras en la facilidad de uso y claridad. De hecho, nuestros traductores la encontraron tan útil y práctica que pronto empezó a utilizarse en proyectos para otros clientes, hasta llegar en poco tiempo a formar parte integral de todos nuestros proyectos.
¿En aquellos momentos ya teníais en mente hacer público el resultado de manera gratuita?
Pues más bien todo lo contrario. Éramos muy conscientes de que Xbench nos permitía conseguir niveles de calidad muy altos, que incluso sorprendían a nuestros clientes. Incluso diría que la escondíamos. Al cabo de los años, se nos ocurrió la idea de lanzar una versión gratuita limitada a los glosarios de Microsoft a fin de valorar el interés por la funcionalidad y también para diferenciarnos, ya que destacaba nuestro perfil técnico. Al trabajar en la versión gratuita, nos dimos cuenta de que el simple matiz de publicar al exterior provocó que hiciéramos bastantes mejoras que repercutieron en un mayor rendimiento y la facilidad de uso de Xbench. De haber quedado como herramienta interna, ese esfuerzo por ir más allá en cuanto a velocidad de ejecución, facilidad de uso, documentación, etc. probablemente no habría tenido lugar. Esta versión gratuita para glosarios de Microsoft llegó al radar de Jost Zetzsche, el autor de la popular revista The Tool Box Newsletter, que al mencionarla en uno de sus artículos llamó la atención de muchos usuarios y nos animó a dar el paso de hacer pública la versión completa unos meses más tarde. Con ello, eliminábamos la complejidad de mantener dos versiones y nos subíamos el listón de autoexigencia en todos los aspectos de la herramienta. Como Xbench era, y es, la herramienta alrededor de la cual giran nuestros procesos, estos mejoraban a su vez, gracias a este plus de calidad que no habría tenido como herramienta meramente interna.
¿La herramienta se ha desarrollado desde un principio estrictamente desde ApSIC o en parte se ha realizado mediante colaboradores externos?
Hasta la fecha, todo el desarrollo ha sido realizado por el equipo interno.
¿En qué factores os basáis en mayor medida a la hora de introducir un nuevo formato compatible?
Las propias necesidades de ApSIC como proveedor de servicios de traducción son probablemente el factor que, históricamente, ha sido más determinante para la agenda de inclusión de nuevos formatos. Cuando un proyecto de cierta entidad precisaba un nuevo formato, normalmente se implementaba al cabo de pocos días. No obstante, hay formatos que se han añadido por peticiones de usuarios, hecho que nos ha ido bien, pues cuando los hemos necesitado más adelante, ya estaban ahí.
Por lo que comentas, veo que os influye positivamente el feedback que os mandan los usuarios a través de la interfaz del programa, ¿es cierto?
Sí, es muy valioso. Tanto por los errores detectados, que son normalmente mucho más sutiles que los que nosotros encontramos internamente, como por la petición de mejoras. Obviamente, no es posible atender todas las mejoras solicitadas, pero las valoramos cada vez que revisamos la inclusión de nuevas funcionalidades.
¿Seguís utilizando Xbench para los controles de calidad?
Sí, de hecho es la principal herramienta que utilizamos para el control de calidad. En particular me gustaría citar las checklists, que, entre muchas otras aplicaciones, nos permiten disponer de una «memoria fotográfica» de todo el feedback del cliente.
¿Habéis barajado en alguna ocasión la posibilidad de utilizar licencias externas de programas como QA Distiller?
Si te refieres en nuestra producción interna, la verdad es que no. Cuando nos ha surgido la necesidad de disponer de alguna nueva funcionalidad, ha habido una mayor tendencia a implementarla en Xbench o, si la necesidad en cuestión no se adaptaba a la filosofía de Xbench, en otras herramientas internas de control de calidad. Supongo que la compra en el futuro de licencias de alguna herramienta en este campo estaría más bien determinada por una exigencia de un cliente que por una necesidad real propiamente dicha, aunque intentaríamos convencer al cliente de que con Xbench también lo podemos hacer.
Popularidad
¿Tenéis alguna anécdota curiosa sobre usuarios agradecidos?
La verdad es que hemos recibido numerosas muestras de agradecimiento. Supongo que el hecho de que algo útil sea además gratuito facilita esa percepción. Quizás los que más nos han llamado la atención son los usuarios que han querido participar de algún modo con donaciones, lo que, de momento, no hemos querido aceptar por una política más o menos ecuánime de «o todos o nadie». También quisiera destacar a los usuarios que, tras años utilizando la herramienta, deciden ofrecerse a traducir la documentación a sus respectivos idiomas. En este caso, sí que hemos aceptado su contribución a difundir el producto y hacerlo accesible a más usuarios.
¿La popularidad que ha alcanzado Xbench os ha servido para encontrar nuevos clientes de una manera directa?
Aunque el mercado de las herramientas y el de servicios de traducción no es el mismo, sí que hemos visto que nos ha ayudado a destacar con los clientes potenciales e incluso que los actuales nos valoren más positivamente, especialmente cuando el cliente decide que Xbench pase a formar parte también de sus procesos.
¿Se ha dado el caso de que hayáis empezado a colaborar con algún traductor u otro colaborador externo gracias a que era usuario de la herramienta?
Sí, se han dado diversos casos. Al ser una herramienta que se centra en la calidad, que es uno de los caballos de batalla de ApSIC, nos da ciertas pistas positivas sobre el perfil del usuario. En algunas ocasiones, el diálogo mantenido con el usuario nos da todavía más pistas sobre su forma de trabajar y de pensar. Si luego se dan proyectos que se adaptan al perfil, tenemos parte del trabajo hecho a la hora de terminar de cualificar al posible traductor. Otra de las razones de hacer público Xbench era aumentar las posibilidades de que los nuevos traductores ya conocieran su uso, lo cual nos ahorraba costes en la puesta en marcha de dicho nuevo recurso.
Ahora que sois un nombre propio ampliamente conocido en los círculos de los profesionales de la traducción, ¿os habéis planteado rentabilizar el desarrollo de la herramienta de alguna manera? ¿O consideráis que ya son suficientes los beneficios que ha alcanzado ApSIC gracias al renombre que se ha ganado Xbench?
Yo diría que siempre hemos tenido en mente la posibilidad de monetizar de algún modo el desarrollo, pero somos conscientes de que hacerlo tiene unas implicaciones y responsabilidades que hay que valorar. De momento, nuestro objetivo ha sido captar usuarios con vistas a pulir la herramienta, aumentar su conocimiento en el sector, pero sin que ello fuera una distracción en nuestro verdadero negocio. A pesar de que hay miles de usuarios, el coste de darles soporte es relativamente bajo.
¿Habéis pensado en la posibilidad de vender los derechos de la aplicación a una compañía comercial de desarrollo de software? ¿Habéis recibido alguna oferta para comprar los derechos de la herramienta?
La verdad es que no nos hemos planteado la venta de los derechos de la aplicación. Supongo que si lo hiciéramos, tendríamos que volver a empezar, ya que Xbench define un poco cómo queremos trabajar, es decir, hace todo aquello que hemos echado de menos en otras herramientas. Alguna vez hemos observado interés en comprar partes del código fuente, normalmente ligado a formatos concretos.
¿En algún momento habéis tenido problemas por el hecho de que Xbench procese archivos y utilice nombres propios de programas de software de terceros?
Hasta el momento no, pero también es cierto que en la gran mayoría de países la legislación aboga por la interoperabilidad, es decir, el usuario debe poder extraer sus datos de cualquier aplicación. Más bien todo lo contrario, algún fabricante de software nos ha pedido considerar la inclusión de sus nuevos formatos, ya que al hacerlo damos incluso más valor a su software.
¿Es posible seguir las novedades de Xbench por las redes sociales?
Sí, de hecho para los anuncios «oficiales», utilizamos nuestro blog y también nuestra cuenta en Twitter, @xbenchdotnet.
Datos técnicos
Una de las características más notables de Xbench es su gran estabilidad incluso cuando se procesan en un mismo proyecto decenas de miles de segmentos, ¿tenéis conocimiento del número máximo de segmentos que se pueden cargar aproximadamente en un solo proyecto para que Xbench siga teniendo un rendimiento razonable?
Al ser un software de 32 bits y utilizar un modelo de carga en memoria, existe la limitación técnica de 4 GB de memoria, lo cual debe equivaler a unos 30 o 40 millones de palabras. En una máquina potente, ello debería ser un tiempo de respuesta de 3 o 4 segundos. No obstante, si la máquina es más limitada o, sobre todo, si tiene menos memoria, el umbral de palabras aceptable podría ser bastante inferior.
Al instalar Xbench, se crea una carpeta en su directorio que contiene una macro para Microsoft Word, ¿qué uso le dais a esta macro?
Los formatos que dependen de Word, como Trados o Logoport, utilizan las macros de la plantilla suministrada con el instalador de Xbench para agilizar las operaciones. Al cargar un archivo de Word, Xbench ejecuta las macros de este archivo para extraer la información relevante, o para posicionarse en el archivo si se utiliza la opción Edit Source para modificar un segmento.
Entre los formatos que se pueden procesar en un proyecto está Remote Xbench Server, ¿es un servidor privado para ApSIC o tiene alguna utilidad para los demás usuarios?
De momento, es un servidor exclusivamente privado que utilizamos para tener precargados ciertos glosarios voluminosos con varios millones de palabras. Más adelante, probablemente será posible que otros usuarios se puedan beneficiar de ellos, pero las funcionalidades concretas todavía están en fase de definición y es pronto para saber cuándo estarán disponibles para el público.
Nueva versión y futuro
Actualmente está disponible en vuestro sitio web la versión 2.9 beta, ¿antes de publicar la nueva versión tenéis pensado sacar la 2.9 final?
En realidad, Xbench siempre ha tenido la etiqueta beta, a pesar de ser una herramienta tremendamente estable. Es una manera de decirnos a nosotros mismos que todavía no hemos terminado. Supongo que nos da pánico pensar que el día que le quitemos la etiqueta beta se produzca un fallo muy grave. De hecho, la versión en la que estamos trabajando más intensamente es la versión 3.0, que esperamos que esté disponible después del verano.
¿Qué novedades tendrá esta nueva versión?
La versión 3.0, que también saldrá con la etiqueta beta para no perder la costumbre, incorporará soporte Unicode completo, así como la integración de Comparator en Xbench. Cuando la versión 3.0 esté plenamente asentada, iremos integrando otras funcionalidades que actualmente están «pidiendo paso» en forma de prototipos internos. Es un poco pronto para saber qué nuevas funcionalidades entrarán y en qué orden, pero estamos en ello.
¿Cómo veis el futuro de la herramienta en un plazo más largo?
Probablemente con algún tipo de integración con servidores o con la nube, que aporte valor tanto a usuarios individuales como a equipos. Vemos Xbench como el entorno de trabajo del traductor, interconectado con otros servicios.
Aparte de Xbench y el otro programa que acabas de mencionar y que completa la oferta de software que ofrecéis gratuitamente, ApSIC Comparator, ¿tenéis en mente el desarrollo de alguna otra aplicación?
Debido a las necesidades internas, constantemente desarrollamos prototipos de otras aplicaciones, pero lo más probable es que las funcionalidades que lleguen al público lo hagan a través de Xbench, ya sea directamente o como módulos adicionales. Creemos que disponer de un único producto facilitará su distribución y también la logística de su desarrollo, ya que al formar parte de un mismo paquete se simplifica la gestión de las versiones: por ejemplo, si se hacen pequeñas mejoras en uno de los módulos que no justifican una publicación independiente, pero que sí que tienen sentido como parte de un producto global.
José Carlos Gil
José Carlos Gil es un traductor burgalés afincado en Ámsterdam especializado en textos jurídicos, en documentación técnica y en la traducción creativa comercial. Tras realizar sus estudios en la Facultad de Traducción e Interpretación de Soria (UVA) e iniciar un programa de doctorado en la Universidad de Granada, comenzó su andadura profesional en los Países Bajos como traductor en plantilla de una multinacional japonesa en donde adquirió la experiencia suficiente para lanzarse al mercado de la traducción con el nombre comercial de Bluebird Translations. Actualmente, comparte oficina con otros profesionales independientes de Ámsterdam en el corazón del Jordaan. Es uno de los tres coautores del blog Con el calco en los talones.